viernes, 22 de enero de 2021

Senderismo de andar por casa

Castillo de Peñarroya
Otra vez estamos confinados en nuestro municipio. El agravamiento de la pandemia nos obliga a restringir nuestros movimientos y nuestros contactos sociales. Pero no por ello tenemos que dejar de practicar nuestro deporte favorito; claro está, que con seguridad y cumpliendo las normas. Por suerte, Argamasilla de Alba posee un término muy extenso y con hermosos paisajes donde es posible realizar rutas senderistas realmente bonitas.
Embalse de Peñarroya
La primera ruta que aconsejamos es la llamada "Senda Ecológica" o "Senda Interpretativa del Castillo de Peñarroya", que la Junta Rectora del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera creó hace un tiempo entre el castillo y la Cañada del Cura, la que baja desde el popularmente conocido como "Caza y Pesca", en el kilómetro 13,200 de la carretera de Ruidera. Se trata de un corto y cómodo recorrido de unos seis kilómetros entre la ida y la vuelta, por la margen derecha del embalse de Peñarroya. La senda está marcada y muy pisada, por lo que es casi imposible perderse. Únicamente, debemos encontrar el inicio del sendero en la explanada del castillo y seguirlo, siempre junto al agua (track). Si lo hacemos en sentido inverso, deberemos dejar el coche junto al citado edificio abandonado "Caza y Pesca", y descender hasta el agua por el amplio camino que sale a su derecha, hasta dar con el sendero que tomaremos aguas abajo. En este caso, la ruta se alarga casi un kilómetro. También podemos hacerla lineal, combinando dos coches o previendo que alguien nos recoja en el otro lado. 
Otra ruta interesante parte igualmente del Castillo (track), pero en dirección contraria, es decir, hacia la vega, para finalizar al otro lado de la presa, en la Mesa de la Parra, en la margen izquierda del embalse.
Vega del Guadiana

Descendemos por la conocida "M", junto al Centro de Interpretación; tomamos la pista de servicio de la presa (asfaltada) hasta el puente de Los Cerrillos; cruzamos el canal de riego e, inmediatamente, giramos a la izquierda por un camino ascendente que, pese a estar cortado con una cadena, no es particular y no hay, por tanto, ningún problema en transitarlo. Subiremos por este camino hasta los restos de las viejas edificaciones relacionadas con la construcción de la presa. A partir de aquí, podemos regresar, o descender a la orilla del embalse. El regreso lo haremos por el mismo camino. En total salen unos seis kilómetros, ida y vuelta desde hasta la presa. 
Por último, otra ruta que parte del Castillo de Peñarroya, coincide con la descrita anteriormente hasta el camino de las cadenas. Pero, en lugar de cogerlo, ascenderemos de frente por la amplia pista de tierra, siguiendo la señalización del Camino Natural del Guadiana hasta la Mesa de la Parra. Aquí, abandonamos el camino en dirección sur (a la derecha) hacia una puerta canadiense que cruzaremos sin problema. De los dos caminos que se nos presentan a continuación, ambos en descenso, tomamos el de la izquierda, balizado con postes blancos; bajamos una pronunciada cuesta hasta ver la caseta de un pozo con una bandera de España. Aquí tomamos el camino de la derecha (más postes blancos) siguiéndolo hasta la Cañá Morena. Descendemos por esta (otra vez a la derecha) hasta llegar nuevamente a la pista de servicio de la presa, tras cruzar nuevamente una canadiense. Seguiremos esta pista asfaltada (a la derecha, claro) hasta el primer camino que sale a nuestra izquierda, el cual nos conducirá hasta el cauce del río que remontaremos hasta el puente que cruzamos antes; desde aquí a la "M" y al punto de partida. Esta ruta tiene una longitud de unos nueve kilómetros y medio. Es algo más complicada de seguir que las anteriores, por lo que resulta aconsejable llevar un mapa o el track de la ruta.