Berna y Carlos, con La Galana al fondo |
Cuando tan solo restaban unos 30 metros para alcanzar la cima, el peligroso estado del terreno, con escasa nieve y mucho hielo, obligaron a renunciar por esta vez. Como suele decirse (entre otras cosas, para consolarse), la montaña seguirá allí la próxima vez que vayamos. Al final, 11 horas de ruta rodeados de un paisaje espectacular, que invita a regresar.