Desde entonces hemos estado esperando a ver cómo evolucionaba la crisis para decidir sobre las actividades pendientes. Por desgracia, y aunque la situación obviamente va mejorando poco a poco, el plan de "desescalada" hecho público hace unos días por el presidente Sánchez viene a confirmar lo que nos temíamos. En el mejor de los casos, no podremos retomar nuestra normal actividad senderista hasta pasado el mes de junio, lo que quiere decir que se acabó definitivamente la temporada. El próximo otoño, si, como esperamos, este problema está controlado, reiniciaremos nuestras salidas al monte, sin duda con más ganas que nunca. Ahora lo importante es susperar entre todos -cada uno en la parte que nos toca- esta terrible crisis que nos está tocando vivir. Hasta entonces, cuidaos mucho. Ya queda menos. Nos vemos en otoño.